jueves, 24 de noviembre de 2011

La Guerilla


En medio de protestas y huelgas contra el Triunvirato, el Movimiento 14 de junio encabezó una guerrilla en diferentes puntos del país demandado el restablecimiento de la constitucionalidad.


El objetivos era que cada grupo operase como una unidad operativa independiente con fines insurreccionales. Por eso no debían ser muy pequeños ni muy grandes, esto último por el peligro del espionaje.

Los frentes en que se organizaba la Guerrilla eran:

                El dirigido por Juan Odalí Cepeda Pérez, que incluía trabajadores de la Chocolatera Industrial. Este grupo estaba considerado muy sólido y tenía asignada tareas de sabotaje.
                El del Ingenio Monte Llano, cuyo responsable era Leonardo del Valle, químico en esa empresa. Del Valle es catalogado por sus compañeros como un sujeto de gran seriedad y fue ejecutado en "El Nueve", antro de torturas y asesinatos.
                El grupo de Sosúa, que tenía por coordinador al doctor Alejo Martínez, uno de los luchadores más firmes de la provincia. Se reunía donde Victoria Vda. Arzeno. Martínez fue asesinado en un incidente callejero durante la lucha contra los remanentes de la dictadura, a mediados de 1961.
                El grupo de Imbert o Bajabonico, dirigido por el doctor Virgilio Reyes.
                El de la zona baja de la ciudad, dirigido por Félix Lahoz, uno de los escasos integrantes del Frente Interno de los años cuarenta que se insertó en el 14 de junio.
                El colectivo de mujeres, bajo el control directo del comité y específicamente de Fernando Cueto. Tenían las damas por encomienda conseguir dinero y medicinas y confeccionar mochilas para la proyectada guerrilla. Se encontraban ahí, entre otras, Aída Arzeno, Ana Valverde Vda. Leroux, Argentina Capobianco, Italia Villalón, Elena Abréu, Carmen Jane Bogaert de Heinsen y Miriam Morales.

Más adelante, en la segunda mitad del año, se conformaron nuevos grupos, entre los que, aparentemente, sobresalieron tres, cuyas ubicaciones en parajes montañosos revelan la prioridad que se pasó a conceder a la guerrilla:

                El de Yásica, dirigido por Jesús María Álvarez (Boyoyo), que tenía la encomienda de conseguir los contactos que permitieran el levantamiento guerrillero, por lo que constaba de campesinos.
                El de Luperón, dirigido por un apellido Vargas, en que también había campesinos.

"Manolo" Tavárez
El grupo de El Mamey, también uno de los más sólidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario